Martin Doyle

A pesar de que este dublinés afincado en el condado de Clare, lleva construyendo flautas desde 1983, yo no tuve noticia de su existencia hasta hace 4 o 5 años, cuando un flautista irlandés de visita en la costa del sol me habló de él. Tan solo entonces y hace unos pocos meses, cuando Desi Wilkinson visitó nuestra sesión en Granada, he tenido la oportunidad de ver de cerca las flautas de Doyle.
Al igual que Morvan es el contructor de moda en Europa, en los últimos 10 años Doyle se ha convertido en artesano de moda en Irlanda, y no son pocos los maestros que suben sus flautas a los escenarios de medio mundo, como el citado Wilkinson, o Catherine McEvoy.
Fabrica diversos modelos entre los que podemos encontrar flautas barrocas, dos diseños sin slide que el llama celtic y traditional flute, y flautas irlandesas con 3, 4, 5 6, 8 y 9 llaves. Trabaja básicamente la madera de granadillo africano, aunque opcionalmente pueden encargarse trabajos en otros tipos de madera según su disponibilidad. Sus instrumentos son fácilmente reconocibles porque Martin, es de los pocos constructores que no añade los dos agujeros del pié a las flautas de 6 llaves o menos, y porque ha diseñado un tipo especial de llave de Si bemol con dos patillas en distintas direcciones, y que permite accionarla tanto con el dedo pulgar como con el índice.
Sus flautas no responden a un modelo específico si no a un diseño propio, y recuerdan a las flautas Pratten en su aspecto y sonido, pero tienen los agujeros más pequeños y menos separados que estas. Su tono es muy calmado y puedo confirmar que tienen una gran respuesta y una necesidad de aire media-baja. La lista de espera es de aproximadamente un año.
Gilles Lehart
Siempre que me preguntan por una flauta de madera con buena relación calidad-precio, el primer nombre que me viene a la cabeza es el de Gilles Lehart. Desde la bretaña francesa, este artesano con contrastada experiencia en la fabricación de instrumentos de viento, nos ofrece unas flautas económicas y muy solventes, fabricadas en madera de granadillo o mopane, anilladas en cobre, y con las llaves de níquel. Su diseño es muy parecido al Rudall & Rose clásico, son fáciles de tocar, y poseen un sonido típico de estos modelos.
He tenido en mis manos 5 o 6 flautas de este constructor y ninguna me ha defraudado, se adaptan muy bien a la mano y sus agujeros se cubren sin problemas, el tono es correcto y entran con mucha facilidad en la segunda octava.
Como características especiales, podemos ver un barrilete ensanchado respecto a los de otros fabricantes, y la llave de Sol# cruzada, tal y como las hacían los constructores franceses del siglo XIX.
Arhpa
Es una lástima que estos tres grandes artesanos españoles afincados inicialmente en Córdoba, no siguieran construyendo instrumentos. Juan Manuel Parrado, y los hermanos Carlos y Jaime Aragón, que se asociaron durante un tiempo con el gaitero asturiano Jose Miguel Hevia, se iniciaron en la fabricación de gaitas irlandesas y de flautas mediados de los 90, y consiguieron durante un tiempo hacerse un buen nombre dentro y fuera de españa.

Los incluyo en este compendio porque a pesar de que cesaron su actividad como lutieres, aún se pueden encontrar algunas de sus flautas en los mercados de segunda mano, y debo añadir, que suelen ser un verdadero chollo porque están tremendamente infravaloradas.
Son modelos tipo Pratten, de cero a seis llaves, hechas de madera de granadillo y con muy buen tono y afinación. A mi personalmente me gustan más los modelos antiguos, que tienen gran potencia de sonido y dan mayor cantidad de matices, aunque los más modernos eran algo más fáciles de tocar.
George Ormiston
Ormiston es la representación de los artesanos escoceses en la élite de constructores de instrumentos. Fabrica whistles y flautas de madera de granadillo y palo rosa de cero a ocho llaves. Trabaja tanto el modelo Rudall & Rose como el Pratten, según él, con unas pocas modificaciones. Las anillas de sus flautas son de plata, y les hace unas decoraciones impresionantes si así se le encarga. También es conocido por ser un afamado restaurador de instrumentos antiguos.
Las flautas de Ormiston son famosas por poseer un tono muy especial, hay gente que dice que suenan bastante a aire y que su sonido es poco concreto, pero la realidad, es que tienen una embocadura que exige al intérprete focalizar mucho el flujo de aire. Este aspecto, que a priori puede parecer un problema para algunos músicos, para otros es la característica definitiva que les hace decantarse por este lutier, ya que este tipo de embocaduras dan muchísimo juego a la hora de manejar el caudal de aire, y permite obtener muchos registros diferentes. Si me preguntais por mi opinión personal al respecto, creo que son unas las flautas con un sonido más interesante de las que pueden adquirise hoy día, cuando se emboca bien y se alcanza el tono correcto, dan un sonido tremendamente personal.
Thomas Aebi
Basilea (Suiza), es el lugar de nacimiento y de residencia de este artesano que aprendió el oficio en Alemania, trabajando junto al famoso lutier de gaitas irlandesas Andreas Rogge. Thomas Aebi, no es uno de los fabricantes más conocidos, pero la calidad de su trabajo habla por si misma, y se merece un hueco entre los mejores .
Aebi nos da a elegir entre los modelos Rudall & Rose y Pratten, a los que él ha dado un toque personal, y también fabrica punteros para gaitas irlandesas y pífanos regimentales para bandas de música. Con afinaciones de Re, Mib, Sib, y Fa, y posibilidad de montar hasta ocho llaves, Thomas trabaja casi siempre con granadillo africano, y opcionalmente con madera de boj para los modelos Rudall. Sus flautas llevan siempre la cabeza forrada.
Una novedad respecto a otros constructores, es que fabrica dos tipos distintos de Rudall, una más pequeña que la otra, para poder adaptarlas a personas con manos pequeñas, o que simplemente busquen más comodidad.

Fueron tan solo cinco minutos en los que pude tener en mis manos uno de sus modelos Rudall, me la dejó un pensionista británico cuyo nombre no recuerdo en una sesión en Nerja. Lo que si recuerdo es que fué una experiencia increible, nunca he tocado una flauta con tanta respuesta como aquella, prácticamente se tocaba sola, y eso que por aquel entonces no hacía más de 2 o 3 años que me había iniciado, y mi embocadura distaba mucho de ser sólida. Recuerdo un timbre un poco más alto que el normal en las Rudall, y su habitual tono oscuro, además de notar como vibraba el instrumento cada vez que lo apretaba lo más mínimo. También recuerdo claramente su ligereza, y que la separación entre agujeros era bastante decente. El único pero que tenía aquella flauta, me lo dió aquel amable caballero inglés cuando le pregunté su precio. Su lista de espera es de aproximadamente año y medio.
*Con esta entrada doy de momento por terminada la revisión de constructores. Se que me dejo en el tintero a fabricantes, como McGee, Winward, Pol Jezequel, Copley, Casey Burns, Baubet y otros muchos. Es posible que pueda darles cobertura a algunos de ellos en un hipotético 4º capítulo y sucesivos.